Chile, dedicado a Fabián...
Lo abracé contra mí
con fuerza y besé su cuello. Él levantó la cola y me tomó por la cintura.
Súbitos espasmos de mi pene le dejaban toda mi leche caliente en su interior, a
la vez que él apretaba suavemente su ano aprisionándome, y largos chorros de su
semen fueron a parar al mueble de madera vetada en el que estaba afirmado. Fue
un orgasmo interminable, llegamos juntos al clímax, pero Andrés seguía
aprisionado mi verga con su esfínter. Un suspiro ahogado salió de su pecho y
comencé a sacárselo suavemente, embarrando las últimas gotas de mi esperma en
su raja y sus dulces nalgas. Agotado, me tire hacia atrás cayendo a la cama. Él
hizo lo mismo y se tendió boca arriba al lado mío.
—Wow, Andresito, si
que tienes lo tuyo, eh?!!!, no sólo tienes buenas nalgas, sino que también las
sabes usar…y estás bien equipado, tienes buen paquete. ¿Nunca te ha tocado
culearte a un cliente?
—Prefiero que me cojan
—me respondió después de pensar un rato —además que siempre me han dado por el
culo…desde chico…
—Realmente dudo que
tengas 18, que edad tienes realmente…
—Voy a cumplirlos
pronto…como dentro de 2 años— Y comenzó a reír mientras se desperezaba a mi
lado— Pero eso qué te importa, lo que
importa es que me gustó y a ti parece que también te gustó la cogida que me
diste…
—Me encantó y me
sorprendió, porque con esa carita de niño bueno que tienes nadie sospecharía
que eres tremendo puto…
Andrés era realmente
un chico de bonitas facciones: piel blanca y sus mejillas muy rosadas, ojos
verdes y pestañas largas y oscuras. Sus cejas tupidas y su cabello castaño
claro semi-rizado que usaba bien corto, un cuello fuerte, al igual que sus
brazos, ancho de espalda y piernas gruesas con muy poco vello. Y sus nalgas,
redondas y excelentemente bien formadas, fuertes, como de futbolista, un pene
grande y abundante vello púbico muy rizado. Bonitos pectorales y unas tetillas
que sabían deliciosas de mamar…Andresito podría, genéticamente, pasar como hijo
de buena familia.
—La paso bien, conozco
gente y lugares, hago lo que me gusta y además gano dinero—me dijo con un dejo
de soltura— además, los tipos como tú siempre después me buscan…
—Yo te llevaría
conmigo, te haría mi putito personal…
— ¿Y tienes suficiente
dinero para eso?
— ¿Y si tú encontraras
a alguien que realmente te quisiera de verdad, dejarías de ser puto?
Cruzó sus manos sobre
su pecho y tomo aire profundamente, como pensando en qué realmente sucedería,
sin duda el vivía el momento y no pensaba en qué sucedería mañana, o cuando él
perdiera su encantadora juventud.
—Mi familia siempre
fue pobre, mi papá un borracho que nos
hacia trabajar para él poder tener alcohol para beber. Cuando no llegábamos con
dinero, nos pegaba y nos hacia dormir en la calle. Dejé la escuela a los 12
años y me puse a trabajar: limpiaba vidrios en un cruce, cortaba el pasto de
algunas casas y hacia cualquier cosa por tener mi dinero.
En una oportunidad, le
pedí unas monedas a un tipo, pensé que me las daría, porque su auto era de esos
carísimos, pero me dijo que el dinero había que ganárselo y me propuso que le
fuera a arreglar el jardín. Me subí y me fui con él. Pero vivía en un edificio
de departamentos, cuando entramos, me ofreció tequila, bebí un vaso, total no
era la primera vez que consumía alcohol, pero luego trajo un cigarrillo de
marihuana…lo encendió y me dio que fumara…Bueno, no era la primera vez que
fumaba, ya sabia qué era…en la calle se aprenden muchas cosas…
— ¿Y, qué me quieres
decir con eso? ¿Quieres fumar ahora?, pues te advierto que yo no tengo…
—Si quisiera habría
traído, prefiero cuando se hace de común acuerdo…—continuó— Después de tomar
unos tres vasos, ya estaba mareado y un poco eufórico, entonces el tipo me
llevó al dormitorio y se desnudó, tenía una verga descomunal—hizo un gesto con
las manos—me desnudó y me puso boca abajo en la cama. Se subió y de una me
mandó ese tremendo cipote hasta los pelos, empezó a bombear y se fue adentro,
no me dolió, sino que sentí cuando acababa adentro y se refregaba sobre mi
espalda. Cuando me descorchó me dijo: “Perra…te partí el culo, me dejaste la
verga con sangre… yo quería sacarte mierda, porqué no me dijiste que nunca te
la habían hecho por el culo…” Yo medio mareado me asusté, pero le dije: “Tú
fuiste el primero, y por eso me tienes que pagar…” “Claro que te voy a pagar,
putita, si lo gozaste, y te movías rico, pero antes te voy a culear de nuevo…”
Al final, me dio cien mil pesos…
Cuando llegué a la
casa, le entregué parte de esa plata a mi mamá, que partió a comprarle alcohol
al viejo… cuando se me empezó a pasar el efecto de la tranca, me empezó a arder
el culo, pero me acosté y no dije nada…
Al otro día, me
despertaron los gritos de mi mamá al descubrir en mi pantalón el resto del
dinero y mis calzoncillos con sangre…antes de preguntar qué me había pasado, me
acusó a mi papá y este me echó de la casa…
Caminé sin rumbo y me
fui después al edificio del viejo, esperé hasta que llegó, pero iba acompañado
de otro muchacho. Al verme, sonrió y me dijo: “Volviste perrita, pero ahora no
te voy a satisfacer, traje otro amiguito…” no podía pedirle dinero, pues el día
anterior me dio una buena cantidad, pero en venganza, pateé y quebré el foco
trasero del auto…me persiguió pero fui más rápido…
Me quedé en la calle,
hasta que un auto me hizo luces, me acerqué y un hombre me ofreció si quería
dinero…entendí la propuesta y me subí. Anduvo un poco y se estacionó en un
lugar oscuro, abrió su bragueta y sacó su pene, tomó mi cabeza y me obligó a
mamársela. Asqueroso, me dio asco porque sabía mal y olía mal, pero me obligó a
tragarme todo cuando acabó. Al final me dio unos billetes, que me sirvieron
para comprar unos cigarrillos y otras cosas…Ahí me di cuenta que podía ganar
dinero satisfaciendo hombres…
No me iba mal, no
volví nunca más a la casa. Tenía mis clientes y el dinero no me faltaba. Pero
un día, me agarró la poli y me mandaron a una correccional. Ahí si que la pasé
mal, peor que en la casa, los chicos mayores todos me hacían de nalgas, y
aprendí que con dolor no es placentero, así que me dedique también a
complacerlos. Y a los guardias y varios de los monitores que nos cuidaban. Pasé
hambre, y varias veces cambiaba mamadas por comida a los guardias. En una
oportunidad, me porté mal según los guardias y uno me llevó a las duchas,
después que me bañe, me pilló desnudo y saco su pija y me obligó a mamársela. Luego
llegó otro y lejos de asombrarse con lo que estaba ocurriendo, sacó también la
suya y tuve una función doble, porque mientras uno me culeaba al otro se la
chupaba y después se cambiaban hasta que acabaron, uno por mi boca y el otro
adentro mío…Varias veces se repitió eso, hasta que logré escaparme.
—O sea, has estado con
dos hombres??
— ¡Je…! , hasta con
cinco activos juntos… y quedan todos contentitos…
—Sí que eres una
puta…ahora me calentaste de nuevo, así que ponte que te voy a dar de
nuevo…Total, para eso te estoy pagando…
Andresito giró y se
puso de rodillas en la orilla de la cama, con su pecho apoyado en esta y con
sus manos tomó sus nalgas y las abrió, dejando ver un culito rosado de joven,
de esos que se penetran con dificultad…
Tomé mi prepucio y lo
corrí hasta atrás, para dejar bien despejado el glande, lo froté sobre su
rajita hasta encontrar ese hoyito que Andrés apretaba a voluntad, y comencé a
penetrarlo suavemente, hasta que mis bolas tocaron las de él…
Very hot!!! i like too much.
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