23/11/13

EL GUARDIA DEL EDIFICIO.

EL GUARDIAN.
Enviado desde México.






Jim es un muchacho de 25 que vive todo el año en una bonita casa de playa, trabaja como cajero de un banco del distrito vecino y su ruta lo obliga a pasar todos los días delante de un edificio de departamentos cuidado por un guardián. Jim es educado y siempre está muy bien vestido, corre por la orilla de playa todos los días muy temprano, tiene un bonito cuerpo en el que resaltan sus hombros y nalgas, nalgas que son codiciadas en una exclusiva disco de ambiente a la que asiste cuando su cuerpo pide. Muchas veces pasó delante del guardián del edificio notando su fijo mirar y saludándose nada mas con un seco " que tal", a veces Jim fantaseaba y se pensaba deseado por este guardián cuarentón de fornido cuerpo.
Una noche de sábado regresaba a eso de la 1 de la madrugada de su disco con unas cervezas adentro y fastidiado, pues no había encontrado ningún pata que le gustara, cuando apoyado en la puerta del edificio observó a Rogelio; así se llamaba el guardián; fumando un cigarrillo. Jim aminoró el paso y se dirigió a él.
"Hola, ¿Porqué tan tarde afuera?" le dijo Jim, "nada, me desvelé", le respondió Rogelio mirándolo con picardía. "Pues si quieres te acompaño en tu desvelo"…se mandó Jim desinhibido por las chelas y las ganas de sexo, pero Rogelio parece que ya había notado la inclinación sexual de Jim pues le respondió "esta bien, pero te puede doler, jejeje". Jim aprovechó la pendejada del guardián y, al saber como abordar a un macho, le palpó la bragueta mirándolo fijamente "¿bacán… dónde?". Rogelio le hizo una seña con la cabeza para que lo siga, cerró la reja de entrada y caminó al cuarto que tenía al costado del estacionamiento interno. Ingresaron y Jim observó un amplísimo ambiente donde había un gran sillón, una tele, estantes, una kitchenette, una cama amplia y un ropero, todo ordenado, al costado un baño. El lugar le encantó a Jim y se sentó en el sillón mientras Rogelio sacó un par de latas de cerveza del refrigerador, se sentó al lado de Jim y dijo "salud! por el desvelo" y ambos rieron.
Mirándose bebían su cerveza. De pronto Jim no aguantó más y se abalanzó sobre Rogelio para besarlo en la boca pero él le dijo "la boca no, bésame el pincho" y puso su lata en el suelo, se abrió el pantalón y dejo expuesto su sexo ya erecto. El pene era chico, como 15 cms., algo grueso y con un glande que parecía un limón brillando, rodeado de abundantes pelos. Jim dirigió su boca al pene y lo lamió: salado y con olor fuerte a orín, el cuerpo emanaba un olor caliente a sudor, esto excitó a Jim y lo empezó a chupar, la mano grande de Rogelio acariciaba sus cabellos y decía "rico… rico". Jim chupaba con deleite y acariciaba también el vientre velludo del guardia. Bajó el pantalón y los muslos gruesos quedaron expuestos y también los dos huevos enormes, peludos y colgantes de Rogelio. El pene no era grande pero la cabeza de limón y los huevazos cautivaron a Jim, chupaba, lamía, acariciaba, disfrutaba… Pronto Rogelio bombeó fuerte la boca de Jim y eyaculó fuerte y abundante leche caliente, mucha. Jim la bebió toda, nada escapó de su boca, Rogelio gozó y casi aullaba de placer. Jim siguió chupando hasta que Rogelio se tranquilizó y cogió otra vez su lata de chela y la terminó.


Pero su verga seguía dura, entónces se paró y frente a la cara de Jim se desnudó tirando al suelo todas sus prendas. Era un cuerpazo grueso de 1.70, amplia espalda, hombros anchos, gran pecho, abultada barriga, enormes muslos glúteos y pantorrillas, tenía vello en pecho, antebrazos, vientre, pubis, poco en muslos pero mucho en pantorrillas y sobre los dedos de sus pies. "Calatéate…" le ordenó a Jim mientras él se paraba al lado de la cama con su cuerpo rudo y su pene tieso. Jim se desnudó y su cuerpo de joven adonis lampiño y blanco fue admirado por el guardián. "Ponte acá en cuatro" le ordenó señalando la cama, él obedeció, Rogelio se cuadró tras de él y pegó su pubis a las nalgas de Jim, restregó allí su verga un rato y luego empezó a besarle y morderle las nalgas.
Y de pronto su lengua saboreó el ano de Jim. Rogelio empezó a darle una sopeada real, le besaba, lamía, chupaba el ano dándole un placer supremo. Rogelio se deleitaba con la suavidad y blancura del ano de Jim, ambos se gozaban. De pronto Rogelio se detuvo, se echó sobre la cama y le dijo "lámeme desde los pies", Jim arrecho no demoró en besar esos pies grandes y con pelos, chuparle dedo por dedo arrechándole ese olor caliente, besar sus inmensas pantorrillas velludas, sus fuertes muslos, se deleitó en las bolas enormes mientras el guardían gemía. Luego otra orden: "siéntate sobre mi verga, quiero ver como te entra", Jim se acomodó sobre la verga que babeaba harto y con su mano la dirigió a su ano, Rogelio disfrutaba la visión de ese culo blanco y musculoso abrazando su verga, el cabezón limón entro fácil, a pesar que era grueso, y empezó Jim a subir y bajar desesperado, su ano se deleitaba. "Dale, sigue" ordenaba Rogelio sintiendo venir su eyaculación, y la eyaculación llegó, nuevamente chorros de leche botó el guardián y Jim sintió muy mojado su interior. Al terminar, Jim quiso ir al baño a lavarse pero Rogelio le dió otra orden más: "ponte para cacharte al hombro!", otra vez Jim lo obedeció y se echó sobre la cama con las piernas abiertas y levantadas, su ano chorreaba semen, de inmediato Rogelio con su verga aún muy dura y embarrada de su propio semen la puso en el ano de Jim y empujó, el semen actuó como lubricante y entró de un round hasta el fondo, los grandes testes de Rogelio acariciaban ahora las nalgas de Jim a cada embestida. Rogelio se inclinó hacia adelante y puso todo su cuerpo sobre Jim casi aplastándolo mientras seguía su interminable mete y saca, Jim se abrazó fuerte a él oliendo su sudor, sintiendo su calor, los pelos de su barriga, se sentía poseído, y Rogelio gruñó fuerte, muy fuerte, y su verga cabeza de limón latió y eyaculó, Jim gozaba como nadie lo había hecho gozar, Rogelio no paraba de eyacular, no dejaba de pistonear, luego otra vez Rogelio se incorporó sin sacar su verga del ano chorreante, Jim lo veía como alguien enorme y las manos grandes de Rogelio le acariciaban el pecho, las tetillas, dándole aún más placer. De pronto otra vez Rogelio gruñó, ahora Jim sabía que cuando gruñía era que le empezaba un orgasmo a Rogelio... y otra vez empezó a eyacular sin dejar de pistonear fuerte su ano. Esta vez Jim ya no aguantó y le vino un orgasmo poderoso, sintió que nacía su eyaculación en sus pies y al llegar a su pubis esa sensación botó leche y mas leche, se tapó con la mano para no salpicar a Rogelio y se dejó llevar por la eyaculación, gozó, se encabritó, se desesperó, fue lo máximo! Al tranquilizarse observó a Rogelio observándolo sonriente y con su cuerpo mojado goteando sudor, "desde ahora eres mi putita, quiero cacharte siempre" le dijo y Jim agitado y feliz asintió con la cabeza. Se incorporaron y se fueron a la ducha juntos.
En la disco de Jim no sabían que sucedía con él que hacía semanas no aparecía....nosotros si sabemos…



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