El
moro del baño público.
Aporte de un amigo de España...
Un
día en unos baños de un parque público, encontré a un chico moro jovencito. No
pasaba los 20 años y no hacía más que ofrecer obscenidades a todo chico joven
que pasaba por allí, mientras se tocaba la polla que se marcaba de manera
increíble en su pantalón. Yo pasé varias veces pero como había gente, me fui.
Volví
un par de horas después a mear a ver si le veía y me daba una buena cogida.
Allí lo encontré disimulando mientras un señor mayor se lavaba las manos.
Cuando el baño se quedó vacío, él se la tocó. Yo me puse de espaldas a él, le
enseñé mis nalgas momentáneamente y me fui a la cabina. Él entró detrás de mí y
sin mediar palabra cerró la puerta, y después de bajarme el calzoncillo comenzó
a comerme el culo. Su polla estaba bastante gorda y de unos 17 cms. Estaba bien
dura y era muy venosa. Metía su lengua en mi culo dilatándolo y poniéndome cada
vez más caliente. Me dio la vuelta, me sentó en la tapa del inodoro y me la
metió en la boca. Yo chupé aquel miembro ligeramente salado y con la lengua pude
saborear la puntita. Pude paladear el sabor, una mezcla entre líquido pre-seminal
y una lejana meada. Para ponerle más caliente comencé a tragarme entera su
polla intentando comerme sus gordos y depilados huevos. Al rato me la sacó de
la boca y me golpeó con ella en la cara... Él se sentó en la taza y me señaló
que me sentara encima. Le escupí en el rabo y de manera sensual puse mi culo en
su polla que rápidamente entró dentro de mí, palpitante... Podía notar su
excitación, cómo las venas de su pene palpitaban por la cantidad de sangre que
corría por ellas. Comencé a cabalgarle despacio pero sin pausa. No quería besos,
así que mientras me follaba metió uno de sus dedos por mi culo haciéndome un poco
de daño. La tenía muy gorda y más su dedo estaba casi en mi límite rectal de
dilatación.
Después
de 5 minutos me levantó y comenzó a follarme con violencia y sin piedad
mientras me afirmaba en la taza. De pronto y como en una explosión sentí algo
caliente y bastante líquido entrando en mi interior. Eso me puso muy caliente,
pero quería que él siguiera. Le pedía más y más y él así me lo daba mientras su
lefa rebosando salía de mi culo y se escurría por la pantorrilla. De la fuerza
con la que me follaba me puse tan caliente que me corrí y salpiqué la cabina de
lefazos. Al terminar, el me dijo que tenía un culo de puta y que quería repetir.
Yo le dije lo que a todos...Ya coincidiremos...
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