1/12/13

COMPARTIENDO CON LEO Y JOSÉ.



Mi historia sucedió hace muchos años, aún iba yo a la escuela secundaria, me encontraba en edad adolescente donde el sexo es la principal debilidad. Mis padres contrataron unos albañiles para una remodelación de la casa, y por no dejarlos solos mi madre esperaba a que yo llegara del colegio para ella irse y quedarme toda la tarde con ellos en casa cuidando. Siempre de niño he sido muy ocioso, algunas veces me masturbaba viendo películas porno, y debía tener cuidado si entraba algunos de los albañiles para que no me vieran así. Antes de ellos irse siempre me llamaban para darme la lista de materiales que había que pedir y me explicaban también las cosas que habían hecho, por lo general lo hacían mientras se cambiaban de ropa y siempre terminábamos hablando de todo menos del tema que era, ellos eran full morbosos, siempre hablaban de culos, mujeres, de cómo se las cogían y cosas así, a todo esto yo nunca había visto un hombre adulto desnudo, ni siquiera a mi padre, y ellos siempre estaban en paños menores, o como estábamos solos en casa se bañaban desnudos en el patio trasero de la casa. Una tarde me llaman y encuentro a Leonardo en interiores y al José desnudándose para bañarse ahí delante de nosotros, entonces mientras Leo me explicaba, venía José desnudo y seguía la explicación, la verdad ellos me estaban incomodando un poco, porque por más que quisiera disimular, no podía quitar la vista de su pene; entonces Leo se dio cuenta y me dice que tranquilo que no te vamos a violar…y echó a reír, yo también bromeaba con ellos y les decía que no porque yo aun era virgen, estos chicos tenían unos 25 y 20 años. En eso Leo se empieza a desvestir porque también debía bañarse y ya eran dos desnudos ahí, y no obstante se ponen a hablar de cosas morbosas y empiezan a contar cómo se cogieron a la dueña de una casa que arreglaron y en eso se les empieza a parar el pene. Yo trataba de cambiar la conversación pero esos dos estaban muy emocionados con su conversación, me decían lo rico que era penetrar una vagina y meterle dos era aun mejor, Leo me dijo: no vayas a pensar que somos gay, eso fue una orgia y además José es como mi hermano y no me importó rosarle la verga, yo le decía que eso no tenia nada de malo y que tenia videos de orgías. En eso Leonardo dice que como era temprano aún y mis padres llegaban tarde en la noche, que pusiera la película que ya ellos irían para allá a alcanzarme. Bueno me pareció bien ver una película con alguien, ya que siempre lo hacía solo, cuando pongo la película entran los dos desnudos, y me dicen que me quedara tranquilo que nada mejor que estar en pelotas para ver una buena película porno, y no obstante con eso se me sentó uno de cada lado en el sofá, ya era algo incomodo eso, me estaba arrepintiendo de aceptar la proposición, entonces me inventé que debía ser rápido porque mi madre había llamado y vendría a casa temprano y ellos dijeron que sí, que no había problema. Para mi desgracia ese sofá no era tan grande y los tenia muy cerca a ambos, yo me encontraba sólo en bóxer y sentía sus piernas rozando con las mías y sus brazos, yo no dejaba de verle los penes durísimos, me costaba disimular. José lo notaba y me bromeaba y preguntaba si su vergota estaba mejor que el del video, ellos se hacían la paja y me miraban de vez en cuando como esperando que yo hiciera algo, pero la verdad me daba pudor sacarme el pene delante de ellos, más aún porque estiraron sus brazos y los tenían montados sobre mis hombros. Ahí mismo acabaron sus chorros de semen y me salpicaron encima por joderme, ellos se reían, me levanté del sofá algo enojado por la asquerosidad que me hicieron y me metí a bañar. Ya en la ducha me recordaba de todo y empecé a masturbarme…cuando me doy cuenta estaban ambos en la ducha conmigo, y yo con mi pene erecto, entonces Leonardo dice que eso no se valía y que yo debía eyacular también, le dije que luego lo hacía, y cuando voy saliendo de la ducha Leo me agarra el pene con su mano callosa y dice que me ayudaría, que tenía tiempo que no veía como salía leche de un pene de 16 años de edad… no paso ni 20 segundos cuando en el forcejeo por sacarle la mano me vine en chorros enteros. Me sentí avergonzado, salí de ahí y ellos también se fueron al rato. A los días siguientes todo transcurrió normal, pero sí me había como distanciado un poco de ellos.


Antes de irse me llaman, ya se estaban vistiendo estaban aún en bóxer y me dicen que eso que sucedió era normal, que no debía apenarme, los hombres de verdad hacían esas cosas juntos, eso no era de maricas ni tampoco pecado. Yo me hice el entendido y les dije que yo estaba tranquilo que sabia que eso era normal y no le había parado mucho, pero no lo haríamos más porque me daba miedo que llegaran mis padres y nos sorprendieran. En eso empieza José a contar otra de sus historias con Leo, de una construcción que estaban haciendo y el hijo de los dueños de la casa los miraba mucho cuando ellos trabajaban sin camisas y todos sudados, así que ellos empezaban a sobarse el paquete y cosas así, o se ponían a orinar con la puerta abierta cuando el chico se quedaba solo con ellos. Un día el chico los llama a ambos para que subieran al baño, porque había una filtración de agua de una manguera. Cuando suben lo encuentran con una toalla y cuando Leo revisa se da cuenta que la manguera no estaba rota, que la habían aflojado, pero entonces agarró y se dejó mojar con el agua los pantalones. Ahí mismo la apretó y manda a José a seguir trabajando, él se queda solo con el chico y se quita los pantalones mojados delante de él y nota el bóxer húmedo y también se lo saca.  Quedó desnudo delante del chico, y le pide disculpas pero como son hombres sabía que no era problema. Ahí mismo le arrebató la toalla al muchacho y le dijo que ya estaban los dos desnudos, que qué pasaría ahora, que él sabia que lo del agua era una excusa. El muchacho le dijo que sólo quería tocarle el pene, porque le llamaba la atención pero  como sabía el eran héteros no se atrevía a decirles nada. Bueno, mejor aún empieza a mamarlo, pero a los dos, ahí mismo llamó a José y le acabó al chico en la cara, vino el turno del otro, y así José termina diciendo que por eso ellos no son gay , son bien hombres, pero eran oportunidades que debían aprovechar, y si supieras que no hay mejor mamada de verga que la que da un hombre…saben cómo hacerlo y lo que a uno le gusta…Mi primo me lo mamaba cuando chamo y sigo siendo un varón, eso es normal, Leonardo exclama entonces que a mi edad es normal que me atraigan otros tipos, o que quiera mamar un pene, que eso no me quitaba lo macho, Leonardo entonces me dice que le agarre el miembro, que sintiera el suyo que le no tenía problemas en dejarse agarrar. Le dije que estaba bien, entonces ambos se sacaron los bóxers y José me dice: pero tú también debes desnudarte…bueno; eso hice. Se le empecé a agarrar y él me tomó la mano y me decía como apretarlo, me dijo que quería que le hiciera la paja…yo ya estaba como agarrando el hilo a la situación y me deje llevar. José se estaba masturbando y en eso me coloca su brazo sobre mis hombros y siento que me está agachando para arrodillarme. La verdad cedí y cuando volteo, tengo su enorme verga frente a mi boca, Leo como siempre dando ordenes, me dice chúpala te va a gustar… Eso hice, era algo difícil por lo grande, pero logré ponerlo en mi boca. Ya estaba sintiendo los dedos de Leo en mi ano, ahí mismo José saca su verga y se corre encima, yo pensé que él me lo mamaría ahora a mí, pero ahí mismo me mete su verga Leo en la boca, él si hacía movimientos más fuertes y gemía. Entonces, con un gesto indescriptible en su rostro me toma la cabeza y aprieta su pene bien adentro a mi boca, me acabó dentro, casi me ahogó y me gritó trágalo marica, no botes ni una gota…Me dio asco, pero no tuve otra opción, cuando me doy cuenta, ya José estaba vistiéndose y yo quede ahí desnudo sin que me lo mamara nadie. Entonces Leo me dice que me vista rápido, me dio un apretón de nalga bien fuerte. Me fui molesto a mi cuarto, porque ellos disfrutaron solos y de alguna manera me usaron.
Faltaban pocos días para que se fueran, a dos días le dije a José que pensé que me mamaría, pero  dijo que se le había olvidado, que lo disculpara, que nunca lo había hecho, pero que me quedara tranquilo y que me haría el favor. Ya esos dias yo andaba más pendiente de ellos, quería que se volviera a repetir, pero ellos estaban muy tranquilos, como desahogados porque ya se los había mamado. La verdad no quedé bien, quería más. Les dije que si querían ver otra porno, pero siempre tenían excusas; que como faltaba poco por entregar, debían trabajar, así que puse una porno a puertas abiertas y le subí el volumen para que escucharan. En eso sube Leo y me dice que le baje le volumen a eso, que si estaba loco…Cuando él entró, había una escena de una tipa que se metía dos penes en la boca; ahí mismo se agarro la verga y mientras se sacaba la ropa llamaba a José, cuando este llega, le dice:”hagamos esa escena de la película”. Eso me gustó, pero no sabía que me tocaría a mí mamar. Cuando se me acercan les digo que yo quería una mamada, pero ellos estaban demasiado ansiosos y como apurados, entonces Leo me dice primero los mayores, después nosotros te lo mamamos a ti. Acepte y así fue, pero pedí que no acabaran en mi boca.
José no se sacó por completo la ropa, él me acabó en la cara y Leo me volteó, pensé que quería cogerme, le decía que no lo hiciera y me dijo que sólo me echaría la leche afuera y así lo hizo, acabó y se quedó unos segundos encima mío regándome con sus manos la leche en mis nalgas. Cuando me doy cuenta, José ya se había ido, y Leo me dice: “mira mariquita, anda a lavarte que tu padre me llamo hace rato y viene de camino”. Me quedé sorprendido, cuando me levanté, Leo se asegura que José había bajado y me agarra y me mete la lengua en boca…nunca había besado a un hombre, decía:”esa boca sabe a leche de macho, eres una maldita zorra”. Me sentí extraño por cómo lo decía.

Cuando salí de la ducha mi padre había llegado y al bajar les estaba cancelando el trabajo, porque habían finalizado. Me engañaron, no me habían dicho nada de eso, cuando se iban, les fui a abrir la puerta, asombrado de por qué no me habían dicho que ya se iban, entonces José tenía una sonrisa en el rostro y Leo me dice en voz baja:" los hombres no maman vergas, sólo los maricas se meten uno en la boca… y hasta dos”. Se puso a reír y me lanzó un beso al aire. Ellos se fueron y ahí quede yo solo y traicionado…

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