20/10/13

DESVIRGUÉ A MI AMIGUITO...

ENVIADO DESDE COLOMBIA.

Tengo 22 años y la historia que les voy a contar me sucedió este fin de semana, con mi hasta entonces virgen amigo de 18 años. Nos conocimos originalmente por su interés en mi carrera.
Comienzo por describirme, soy moreno, musculoso, pelo negro ensortijado, ojos café claro, un tipo normal. Mi amigo es blanquito, delgado, con pecas en su cara, pelo castaño, ojos verde claro, bien guapo, nalgón y muy lindo. Los padres de mi amiguito salen mucho de noche, especialmente los fines de semana, y a él le da miedo quedarse sólo en su casa, así que por lo general, lo invito a quedarse en la mía, que vivo solo muy cerca de él.


Así fue como pasó que antes de ayer, (viernes) se vino a quedar y charlamos casi toda la noche, él me hizo preguntas acerca de cómo lo encontraba a él, lo que me pareció interesante, y le confesé que era mi mejor amigo, con quien mas me gustaba pasarla y que él estaba muy bien y guapo. El también dijo algo parecido de mí. No fue nada del otro mundo el sincerarnos así, pero si me dejó pensativo su abordaje.
Dormimos muy poco, sólo un par de horas, así que el sábado, que también se quedó en casa, teníamos mucho sueño, pero él quería usar Internet, así que le propuse que lleváramos el equipo para el dormitorio y que ahí trabajara y que yo lo ayudaría si le hacia falta.
En mi cuarto tengo dos camas, la mía y una para él, y puse el equipo sobre una mesita que daba sólo para mi cama, así que lo invité a acostarse en mi cama, junto a mí.
Él me dijo, es como gay esto, verdad, yo le dije que no, que era normal, él accedió, y se acostó al principio sobre la colcha de la cama, pero luego con el pretexto del frío de la noche, se metió bajo la colcha, a mi lado. Yo duermo solamente con bóxer y él estaba con pijama corto, sin mangas, y sin ropa interior.
Al principio, a pesar de estar lado a lado en una cama sencilla, nuestros cuerpos ni se tocaban, pero después de un rato me di cuenta que nuestras piernas se rozaban. De repente siento como su pie me acaricia la pierna suavemente, yo lo dejo hacer por un ratito, sin hacer caso, es más, la aparté para ver si me la volvía a buscar, y así fue, me la volvió a buscar y acariciar con su pie.
Después que esto sucedió la segunda vez, lo miré y le dije, me voy a dormir, sigue tú en Internet. Me hice el dormido y hasta ronqué. Con un ojo abierto pude ver que mi amiguito aprovecho mi sueño y se metió a unas páginas porno gay bien calientes y se masajeaba el pene con una mano y con la otra se tocaba los pezones y pasaba las paginas de Internet. Verlo a él masturbándose y viendo paginas gay, me puso full excitación, pero no me atreví hacerle nada. Ya al rato, como a las 4 de la mañana le dije que apagara el equipo, pero que no era necesario que se fuera, que podía dormir ahí conmigo.
Y así fue, se quedó ahí a mi lado. Al rato se puso de lado y aproveché de colocarme más cerca de él, y a propósito rocé mi pene erecto con su culo y él no reaccionó. Aproveché aún más y terminé por puntearle otra vez durante varios minutos, sin moverme, y él se quedo quieto también como si nada. Yo no sabía como interpretar su reacción.
Entonces pensé que la había embarrado, que ahora él se iba a enojar y que nunca más seríamos amigos, así que me di media vuelta, dándole la espalda. Mi sorpresa fue que él hizo lo mismo, se dio media vuelta y comenzó a puntearme, pero esta vez fue más largo, fue exquisito sentir como su pene rozaba mi culo, lo punteaba en mi raja suavemente, entonces resolví llevar una de sus manos hacia mi pene para que él me masturbara. Pegó su cuerpo más al mío y lo sentí rico así mientras su mano me masturbaba suavemente y sentí como él también gozaba haciéndomela.

Así estuvimos un buen rato disfrutando, el me seguía punteando y masturbando y yo gemía suavemente expresando así el placer que él me daba, hasta que me di vuelta y él comprendió que era su turno y se volteo también, pero esta vez, yo le bajé su pijama y mi bóxer, y lo punteé en cueros, mi pene rozaba su ano a lo largo de su raja calientita, y empecé a botar líquido pre seminal, me calenté full, así que le dije al oído, ¿quieres que te la meta? Y él me dijo, si métemela ya.
Me eché bastante saliva en la verga y a su culito virgen, y le metí de a poco, centímetro a centímetro mis 18 cm. El se quejaba, me decía que le dolía mucho, pues lo estaba desvirgando y me costaba abrirme paso dentro de él. Estuvimos un rato intentándolo, el dolor poco a poco se le fue calmando, hasta que después de una media hora y con mucha más saliva, ya se la había clavado entera y pude comenzar mí mete y saca. El empezó a gemir y suspirar del puro placer que comenzó a sentir le estaba dando. Te gusta, le pregunté, sí mucho, me respondió, no pares, ni de vaina, le dije, tienes un culito muy rico y me quiero correr en el. El asintió y me dijo: siémbrame tu leche.

Su culo era apretadito, parecía que me ahorcaba la verga, fue exquisito meter y sacárselo y escuchar como él lo disfrutaba, estuvimos así un largo rato, hasta que comencé a acelerar el movimiento y me corrí dentro de él. Fue divino cogérmelo y le dije lo mucho que lo disfruté, él me dijo que también y por primera vez nos besamos. Mi verga salió sola de su culo y nos dormimos. Ya en la mañana, despertamos y él comenzó a puntearme, su pene es más pequeño que el mío, pero igual es rico, y sin advertirme ni nada, me lo metió buenísimo, en todo caso yo no soy virgen, ya me habían enculado antes muchas veces y me gustó sentirlo adentro una vez mas.
Él era virgen de culo y de verga. Así que me la metió un rato y se corrió inmediatamente. Le dio un poco de vergüenza eso, pero yo le dije, calma, esto se aprende, y sin más le enseñé, le di vuelta y se la volví a clavar, esta vez entró más fácil y lo culeé por largo rato, pero esta vez me aguanté hasta llevarlo a su orgasmo primero. Me lo cogí de lado que encontré era lo mas fácil para entrenar a novatos y le puse su mano con una mía en la cabeza de su pene para recibir su eyaculación.
Fue una gran sorpresa para él sentir ese rico orgasmo, su leche salió con bastante fuerza y abundante. Recogimos su semen en nuestras manos, nos lo llevamos a nuestros labios para probarlo y compartirlo en un beso. Mientras tanto yo seguía cogiéndomelo y habiendo ya disfrutado de su orgasmo, retire mi verga de su colita y le di la sorpresa de bañarle su carita linda con mi semen abundante.

El abrió su boquita, goloso para recibir mi lechita caliente, se la di, le gustó y me la compartió en otro beso. Así es como inicie a mi amiguito en el sexo gay. Después de desayunar juntos y recuperar fuerzas, lo invité volver a la cama y el quiso que fuera en la suya. Allí procedí a entrenarlo en diversas posiciones de hacer el sexo y después de hacérsela a él, lo dejaba practicarla como activo a mi también.

Ahora mi amiguito viene más seguido a mi casa a pasar la noche y disfrutamos juntos lo máximo todos los fines de semana y a veces entre semana también, a veces ni siquiera esperamos que salgan sus padres que están muy contentos con el cambio en él, pues ahora se siente mas seguro de si mismo. Ah bueno y en Internet nos calentamos y disfrutamos viendo paginas porno gay, y además él me enseñó muchas nuevas para masturbarme cuando no estoy con él.

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