Mi ex
padrastro.
Actualmente tengo
17 años y desde los 12 tuve un padrastro el cual se encuentra separado de mi
madre desde hace más de un año. Cuando vivía en la casa recuerdo que nos
duchábamos juntos y era la única figura masculina que yo tenía, me impresionaba
ver su enorme pene más aún porque yo no me desarrollaba en ese entonces, era
tanta mi impresión que él dejó que se la empezara a tocar. Yo hacía preguntas y
tenía muchas inquietudes, así empezó todo. Poco a poco y sin saber lo que hacía
lo estaba masturbando y eso sucedía cada vez que nos duchábamos. Algunas veces
llegaba a eyacular.
Lo que ha
sucedido es que hace unas semanas tuve una fuerte discusión con mi madre porque
había dejado los estudios y por su nuevo novio, por lo que me fui de la casa. Así
que recurrí donde mi ex padrastro que al fin y al cabo era como mi padre, este
me recibió y estaba muy molesto por haber abandonado mis estudios. Él vive en
un apartamento tipo estudio, debía dormir con él en su cama porque no tiene más
lugar. Robert mi padrastro es un hombre joven de 36 años, pero tiene mucho
carácter y es justo en todo lo que hace, como yo no trabajo me exigió que debía
hacer los oficios de la casa, y que si seguía ahí debía someterme a ciertas
reglas. Desde la primera noche llegó de trabajar, se duchó y al momento de
dormir noto que se acuesta desnudo, no sabía que hacer. Le dije que si quería
yo dormía en el sofá, entonces me dijo que no, que yo debía someterme a sus
condiciones, ya que fui tan maduro de irme de mi casa ahora debía aceptar las
cosas que vinieran, y bueno me acosté con él y ahí empezaba el morbo, a decir
verdad no dormí nada esa noche, mi cabeza estaba llena de pensamientos
morbosos, cada vez que podía él me abrazaba y era excitante sentirle su pene
erecto junto a mi cuerpo.
A la noche
siguiente cuando nos acostamos él empieza a recordar cuando nos duchábamos en
mi casa, yo me quería morir de la vergüenza, más incomodo no podía haber
estado, sentía que el corazón se me salía, fue entonces que él me tomó la mano
y me dijo que lo masturbara para recordar esos tiempos, eso hice mientras él me
sacaba el bóxer y me dijo que en adelante debía dormir desnudo también.
Los días
fueron pasando y se fue poniendo mas autoritario, no me dejaba salir y seguía
insistiendo en que si no me gustaba volviera a mi casa, tanto así que una noche
al acostarse me dice que anhelaba que le hicieran sexo oral, y me dice sin
ningún pudor que se lo mamara, yo me avergoncé, pensé que bromeaba y resultó
ser muy serio, me exigió que debía hacerlo, que era lo menos que podía hacer
por ofrecerme su casa, que yo podía haber estado muy cómodo con mi madre pero
por rebelde me encontraba ahí. Él se acostó boca arriba y me dijo que se lo
mamara hasta sacarle toda la leche y todas las noches debía hacerle sexo oral
antes de dormir, y así fue casi todas las noches. Ya luego de las 3 semanas, me
acostumbré a eso, dentro de todo vivía bien, estaba descubriéndome a mi mismo,
de todo lo que era capaz de hacer, a veces me sentía prostituido pero a le vez
el era mi padrastro y no representaba tanto repudio, lo veía mas bien como una
lección por mis acciones y debía soportarlo si no quería regresar a casa, porque
debo admitir además que siempre me gustó y me atrajo como hombre.
Como nunca
faltaba un fin de semana llega mi padrastro con una película porno y en eso
cuando se empiezan a penetrar él me dice que quiere cogerse un buen culo y el
mío era perfecto para eso, le dije que no, que eso no lo haría, y dijo que yo
no estaba en posición de elegir, me dio mucha indignación, no sabía que hacer,
no podía regresar a casa, él se levantó y trajo un lubricante que comenzó a
echarse en su pene. Me dijo que decidiera o me cogía por el culo o lo hacía por
la boca, pero que tenía que cogerse algo… le dije por la boca. Fue entonces que
él me mandó a acostar boca a arriba y me dijo:
- Abre bien
esa boca porque hasta la leche tendrás que tragarte, te vas a arrepentir de
querer ser penetrado por la boca-
Me imaginé
que sería un sexo oral normal, pero no fue así, ese hombre se empezó a mover
encima mío como si me fuera a volar la cabeza, me faltaba el aire y trataba de
sacármelo de encima pero él no dejaba, sentía su pene en mi garganta, los
labios se estaban maltratando por la brusquedad, hasta que se vino y me acabó
en la boca chorros de semen caliente, casi me vomito, me decía que la tragara y
así lo hice. Me levanté de ahí, me duché, cogí mi ropa y le dije que me iría,
me sentía humillado, se sentía la malicia con que lo hizo, me calmó y reconoció
que se había pasado y yo no dejaba de llorar, me pidió que me quedara que no me
tocaría más pero que debía regresar con mi madre pero no en ese momento, que me
tomara mi tiempo. Fue tranquilizante escucharlo decir eso. Pasaron 15 días y
todo estaba bajo mucha calma, casi no hablábamos.
Llamé a unos
amigos y nos fuimos al cine mientras él trabajaba, luego del cine me quedé para
tomarnos unas cervezas, yo no tenía plata y debía llegar temprano pero como vi
que él estaba tan tranquilo decidí aceptar la invitación. Las horas pasaron, y
cuando llegué al apartamento era bien tarde, entré silenciosamente y noté que
se había ido a acostar, fue un alivio. Al acostarme él se voltea y enciende la
luz, estaba furioso y peor aún cuando se acerca y me siente el aliento a alcohol.
Me dijo que tomara mis cosas y empacara, que en la mañana me tenía que ir donde
mi madre. Le pedía disculpas pero no me escuchaba, parecía una bestia, decía
que estaba criando un vago, que lo único bueno que sabía hacer era mamar verga,
porque ni el culo sabía dar. Me le acercaba y decía que me alejara porque le
provocaba era matarme. Salió de la habitación, me fui a duchar y al salir
encontré en el baño la crema con que me iba a penetrar, entonces la tomé y
comencé a echarme en el culo. Volví a la habitación, me le acerco y le digo que
me de la mano que quería disculparme y que debía decirle la decisión que había
tomado. Al darme su mano se la besé y la llevé a mi ano y le dije:
- Siente
esto papa- le hice introducir uno de sus dedos y le dije estoy lubricado para ti,
porque te lo mereces. Él se quedó impactado, me preguntaba si yo merecía otra
oportunidad, le pedí que si, lo acosté boca arriba y me le monté encima, me
movía sobre él. Él no sabía que decir, por primera vez lo besé y sentía como su
pene iba creciendo y su cabeza ya se encontraba en la entrada de mi ano, fue
bien morboso, él parecía que iba a estallar de la excitación que tenía, así que
me volteo boca abajo se me montó encima y se afincó durísimo a penetrarme,
sentía que se me saldría el alma del dolor que a la vez era placentero, hasta
que logró acabarme dentro. Sentía ese líquido caliente dentro de mí.
Al día siguiente me habló nuevamente y me dijo
que le gustó lo que paso en la noche. Yo le dije que fue bueno pero la verdad
dolía algo, que si no podía seguir haciéndole oral, porque tampoco quería que
me penetrar por la boca como el otro día. Él me agarró y me silencio poniendo
su mano en mi boca y me dijo:
- Aquí nada
a cambiado, yo sigo poniendo la reglas y tú sigues cumpliéndolas, acostúmbrate
a que te penetre ese culo cada vez que yo quiera, a la hora y en donde yo
quiera, y que no se te ocurra volver a llegar tarde porque te empeloto delante
de tus amigos… además dijo que me salvé porque él estaba veraneando por tantos
días sin echar leche.
Así se
fueron dando las cosas, comprendí que él me amaba como su mujer, y como tal
debía de ser complaciente con él. Ahora ya no me violenta, me abraza, me habla
con cariño, me penetra con suavidad y me gusta. Cambié y él cambió, pero igual
sé que no puedo estar toda una vida con él. Me descubrí y se lo que me gusta y
se lo que puedo hacer. Sé que en algún momento encontraré un hombre de mi edad
y me enamore, entonces podré dejarlo sin temor, ya que me enseñó como complacer
a un macho en la cama.
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