12/1/18

OBSESSION (RELATO)

PRIMERA PARTE
OBSESION…

Soy un chico de 24 años, cursando mi último año de Ingeniería en Construcción, profesión que heredé de mi padre… entre otras cosas.

Mis padres se divorciaron hace ya tiempo, por lo que mi adolescencia la viví con mi madre, y con mi padre sólo algunas temporadas de verano… Él tenía su pareja, pero hace más de un año que terminaron su relación y está solo, motivo que aproveché para establecerme en su departamento ya que nunca me llevé bien con su ex… además, se me hacía fácil ir a estudiar y cuando tengo un tiempo, lo acompaño a su trabajo, así “Aprendo en terreno” como dice él.

José Tomás, mi padre, es un hombre de 45 años, siempre formal, y no es por que sea mi padre pero es muy atractivo… de casi 1,80 de alto y con muy buen estado físico, cabello negro elegantemente canoso en la sien, piel trigueña y ojos marrones. Extremadamente velludo en su pecho y abdomen. Buena musculatura, de espalda ancha y muslos gruesos y firmes; trasero turgente debido a largas sesiones de ejercicios y de bicicleta…

Por mi parte tengo su estatura, y bastante parecido físico con él… y sus rasgos aunque mis ojos son de color verde grisáceo y mi piel más clara; y trato de cuidarme con ejercicios para estar en un nivel muscular óptimo aunque no fibroso…
Mi padre es muy pudoroso con su anatomía, por lo menos conmigo, pues en el departamento siempre se cubre y evita pasearse frente a mí en calzoncillos o desnudo... y cuando se ducha, se asegura de cerrar muy bien la puerta del baño y para salir siempre envuelto con una toalla a la cintura, aunque cuando era más pequeño recuerdo haberlo visto desnudo, con su gran miembro colgando y balanceándose libremente…  un miembro largo y grueso color salame, y la gran cantidad de vellos púbicos negros y rizados que nacían desde su ombligo… Nunca lo vi con una erección, pero por sus dimensiones puedo calcular una verga enorme y de un grueso considerable, aunque si puedo decir que lo he visto tendido en su cama, durmiendo de espaldas y con su erección parece levantar una carpa bajo su pijama…
Mi padre siempre viste pantalón de tela, en el que no puede disimular su bulto, además que siempre ha usado slip, por lo que el paquete que marca es un punto de atracción de miradas, a veces descaradas tanto de hombres como de mujeres…
Por mi parte heredé la buena dotación de mi padre, casi 21 cms. de verga, pero la mía no es tan gruesa como la de mi papá, la mía es mas gruesa en la base y pierde grosor hacia el glande… y como siempre uso jeans holgados y bóxers, mi miembro siempre esta colgando pegado a mi muslo izquierdo…
Cierto día en que no tuve clases, lo acompañé temprano hasta una construcción que él supervisaba. Los obreros trabajaban afanados y el ambiente era agradable, y continuó así durante el día. Ya al atardecer, cuando las labores terminaban, lo vi que conversaba con un par de hombres de la construcción, luego uno se retiró y él siguió conversando con el más joven, a quien ubicaba; era “Jaime Nuño”, un obrero de la faena, un chico de mi edad o tal vez un par de años menor, un poco mas bajo, delgado aunque de músculos bien definidos, de piel morena y sonrisa atractiva… Luego de unos minutos mi padre me pidió que lo esperara en el “conteiner” que servía de oficina mientras él subía a la loza del quinto piso para ver “algunos detalles”… Me fui a la oficina mientras él subió con el muchacho…
Luego de un rato me puse a revisar unos papeles y documentos que había sobre el escritorio y encontré uno que recordaba a mi padre que tenía que asistir a una reunión importantísima al día siguiente, para ver un terreno en el que se haría una nueva construcción… La reunión era en otra ciudad por lo que si viajaba el mismo día no alcanzaría a llegar, por lo que debería viajar durante la noche. Él no había mencionado nada, tal vez lo había olvidado, por lo que decidí ir a buscarlo para avisarle…
Los trabajadores ya se habían retirado y sólo quedaban los guardias de seguridad y el portero. Me asomé al edificio para ver si lo divisaba y como no lo vi opté por subir. En cada piso el desorden habitual de un lugar en construcción… 
Llegué al quinto piso y no había nadie… cabían dos posibilidades: que hubieran bajado o que estuvieran más arriba, por lo que decidí seguir buscando…
Sin mala intención subí al sexto y nada… pero percibí desde más arriba la voz de mi papá, o mejor dicho un susurro… y otra voz que era como si tuvieran a alguien apretado del cuello…
Sin hacer ruido subí y guiado por el oído me quedé agazapado en la escalera para ver qué estaba sucediendo…
Unos metros más allá estaba mi padre con su camisa completamente desabrochada y su torso descubierto… los pantalones y calzoncillos abajo y frente a él arrodillado con su torso desnudo estaba Jaime…
Me quedé petrificado viendo esa escena; el chico tenía el miembro de mi padre agarrado con una mano mientras el resto se perdía dentro de su boca… mi padre susurraba que le encantaba lo que estaba sintiendo mientras el otro trataba de tragarse todo el mazote grueso y en el intento involuntariamente dejaba escapar sonoras nauseas mientras mi padre lo jalaba por la cabeza, quizás en un intento de ir más allá de la garganta del chico…
Cuando el muchacho sacaba la verga de su boca, gruesos hilos brillantes y transparentes colgaban de la punta y caían hasta su pecho… Jaime jadeaba mientras seguía masturbando esa verga gigante, tomaba un respiro y la metía de nuevo en su boca hasta donde podía, una y otra vez… la cara de mi padre era de éxtasis y con los ojos cerrados dejaba escapar ahogados y guturales “aaahhh…”
Lejos de asombrarme lo que estaba viendo esa escena me calentó, y sentí mi verga ponerse dura y chorrear hasta humedecer mi pantalón… Seguí escondido sin hacer ruido. 
Mi padre en su calentura tomó la cabeza del chico con las dos manos y comenzó a cogérselo por la boca, pero este no aguanto mucho y se puso de pie… esta vez mi padre lo tomó nuevamente de la cabeza y comenzó a besarlo con pasión, a beber sus propios líquidos, mientras el chico le acariciaba los vellos del pecho y se pegaba contra él.
Algo le dijo mi padre que no alcancé a oír, pero inmediatamente el muchacho terminó de desnudarse quitándose los zapatos y pantalón. Completamente desnudo y con su verga erecta a más no poder se puso frente a mi padre y este admirando la desnudez del chico recorrió su cuerpo con las manos hasta tomar la verga erecta y jalarla un poco, lo que hizo que el muchacho diera un sonoro suspiro, el que casi de inmediato fue acallado por un beso de labios de mi padre. Escuché nuevamente un murmullo secreto y ambos rieron. Entonces mi padre se inclinó hasta alcanzar el pecho del chico y comenzó a chupetear sonoramente las tetillas morenas del joven provocando el éxtasis en el obrero, que cerraba sus ojos y gemía tan fuerte que mi padre tuvo que taparle la boca con la mano abierta… Continuó besando y chupeteando hasta que otra vez le murmuró algo a Jaime, no pude escuchar, pero el muchacho se giró y afirmó sus codos sobre un tambor de metal dejando su cola muy levantada y las piernas semi-abiertas…
Mi padre se terminó de despojar de su camisa y aún con los pantalones a medio bajar y sus calzoncillos aprisionándole de las rodillas se acercó a la retaguardia del muchacho, posando su verga morena y enorme entre las nalgas del joven mientras con sus manos agarraba con lujuria los pectorales del joven…  Desde donde estaba podía ver como la verga recorría entre las oscuras y turgentes nalgas del chico que casi suplicando le decía que siguiera…
Yo ya no daba más, mi verga estaba tan dura que me dolía el glande y sentía ya mi pierna húmeda de tanto líquido que secretaba… no podía creer lo que estaba viendo, pero aún faltaba más…
El joven se inclinó aun más sobre el tambor y mi padre comenzó a besarlo desde el cuello hasta sus nalgas…  casi en cuclillas abrió las nalgas del chico y escupió desparramando el salivazo con sus dedos… y escupió nuevamente…
Rápidamente se levantó y dejó caer otro poco de saliva que cayó justo sobre su glande brillante y lubricado, y con su mano desparramó también a lo largo de su mazote… tanteó lentamente en el ano del chico y pude apreciar como se iba introduciendo, perdiéndose en toda su extensión dentro del joven obrero, que sólo se entregó y gemía mientras el pubis de mi padre se juntaba con sus redondas nalgas…
Podía notar los músculos de las piernas de mi papá poniéndose tensos, al igual que sus nalgas, empujando su verga cada vez más adentro del chico, el que gemía y trataba con sus propias manos abrir cada vez más sus nalgas… ya con la verga entera adentro y como queriendo asegurarse mi padre que ya no entraba un centímetro más, tomó al chico por los hombros y empujó fuertemente su pelvis sobre las posaderas de Nuño, que dejó escapar un último suspiro, mientras él hacía movimientos circulares… Lentamente comenzó a sacársela del orto, y pude apreciar que realmente el chico tenía mucha resistencia al aguantar tremendo mazote de grueso que se estaba engullendo…
Comenzó con el mete-saca y ambos gemían, mientras yo oculto sentía cómo mis huevos empezaban a cosquillear y mi verga erecta casi a reventar, sentía que sin siquiera tocarme estaba a punto de arrojar mi leche… Alcancé a sacarla y un largo chorro cayó unos  metros mas allá, luego otro y otro… fue una sensación exquisita, extraña, jamás había tenido un orgasmo ni una eyaculación como aquella… tratando se no hacer ruido, me limpié y la guardé… y seguí observando…
Minutos después, pude ver como el moreno se descargaba sobre el tambor y su semen chorreaba hasta el suelo, mientras que por los movimientos de cadera de mi padre, que tomaba al chico fuertemente por la cintura y por sus gemidos, también había acabado… dentro del muchacho…
Mientras ellos estaban en éxtasis, aproveché para bajar sigilosamente, con la cabeza aún revuelta por lo que había visto. Cuando llegué abajo, el portero estaba cerca de la calle, por lo que no me vio, así que entré raudo a la oficina.
Un par de minutos después, entró mi padre, con su cara radiante y como si nada hubiese ocurrido. Me miró y sonrió, y algo me dijo sobre lo tarde que se había hecho… momento que aproveché para recordarle que al día siguiente tenía que estar en el otro proyecto… 
—“…Ah!, si… por supuesto… si lo tenía en mente…”
Al salir, nos encontramos con Jaime, quien ya bañado y cambiado de ropa estaba en el portón de entrada…
—“…No te olvides, te pasaré a buscar a eso de las 9:00…”— le dijo al chico, el que sonriente le respondió:
—“Si jefe… lo estaré esperando…”
No quise interrogarlo, para que pareciera una situación normal… pero de reojo miraba el bulto de papá, ¡su gran bulto!, mientras con mi mano trataba de ocultar el circulo húmedo de mi pantalón…
Cuando llegamos a casa, me dispuse a preparar algo de alimentos, mientras mi padre se daba un duchazo. No podía quitarme de la cabeza la escena que había visto, y pensaba que ellos estarían SOLOS en el hotel…
Mi padre me notó algo pensativo mientras comíamos algo, y él a cada rato consultaba su reloj, y como queriendo justificarse me dijo que en el viaje necesitaría de un ayudante… y además, el Nuño, no conocía la Riviera… pobre chico…
Casi era ya la hora. Mi padre preparó una maleta con ropa y varios planos, se despidió cordialmente y me dijo que regresaría el domingo… cuatro días duraría su “viaje”…
En la noche, pensando en lo que había visto, sentido, oído, fue inevitable que mi miembro se pusiera tan duro como en la tarde, y me masturbé pensando en que ellos tal vez estarían de nuevo teniendo sexo, ahora sin ningún pudor… Me imaginaba la sensación de estar yo penetrando al moreno, y sentir algo que no había sentido antes… ese sólo pensamiento me hizo acabar nuevamente, y mi eyaculación me llegó hasta la cara, y abundante sobre mi pecho… sentía como una corriente eléctrica y mi erección no disminuía… fui al baño y busqué los slip de papá, los que había usado esa tarde, y al verlos tenían las pequeñas manchas que quedan con el liquido seminal ya seco… me los vestí, y sentí de nuevo la sensación de que casi me venía de nuevo… saqué mi verga y de sólo imaginar que frente a mi estaba el chico ofreciéndome su culo me vine de nuevo… me masturbé de nuevo, pero la calentura interna no disminuía…
Al día siguiente lo mismo… no fui a estudiar, ya que estaba desconcentrado, y de sólo recordar la situación mi verga se ponía dura…
Al atardecer del domingo llegó papá… Venía feliz, relajado… le pregunté cómo le había ido y su respuesta fue: “Estuvo Genial…”.  Ya podía imaginarme por qué…
Pasaron los días y la idea de hacerle la cola al Nuño se volvió casi una obsesión. Pensaba en cómo y de qué manera poder someter al chico, pero aunque parecía imposible, las cosas se fueron dando y llegó el momento en que pude sacarme esas ganas locas que me estaban desesperando…



Segunda parte: OBSESSION II


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