LECCION A MEDIANOCHE... (RELATO)

ENCUENTRO INESPERADO EN LA NOCHE…

Tenía 17 años, y estaba impaciente por sacar mi licencia para conducir. Una noche mis ganas por manejar fueron mas allá de lo que pude aguantar y saqué el auto sin que mi viejo se enterara. Fui a dar una vuelta sin mucho que esperar. Pasé cerca de una Comisaria, y un patrullero empezó a seguirme, me hizo señas de que parara, y por obligación así lo hice. Miré por el espejo retrovisor y vi que del patrullero se bajaba un policía muy fortachón, con algo de barba, y ese uniforme ceñido que me pone a mi muy cachondo.

Me puse muy nervioso porque no tenía mi licencia. Se acercó y me pidió el registro. Le respondí que no lo tenía y me pidió que me bajara del auto…

—Estás en problemas— me dijo…

—Por favor, podemos llegar a un acuerdo— le dije desesperado con mucho miedo a que mi viejo se enterara.

—Acompáñame al patrullero…—

Cerré el auto con llave e hice lo que me ordenó. Nos sentamos en los asientos de adelante y me dijo:

—¿Qué tipo de acuerdo… plata?—

—Sí—y cuando fui a agarrar la billetera me di cuenta de que la había dejado en mi casa…

—No puede ser!!! Me la olvide en casa!!!— Le dije y el comenzó a reírse.

—Pedíme lo que quieras— le dije — te puedo dar lo que quieras…

Después de que dije eso, el policía se puso muy serio y se quedó pensando un momento…

—¿Cualquier cosa que yo quiera? — me preguntó

—Lo que vos quieras—

Hace mucho que no me la chupan y en estas noches de trabajo se necesita estar bien descansado y relajado ¿Podés ayudarme con eso?

Nunca me hubiera imaginado que una de mis fantasías podía hacerse realidad. Obviamente le dije que si, “ningún problema”...

El lugar era muy oscuro y a esas horas de la madrugada no pasaba nadie. Primero empecé tocándole el bulto, el cual no estaba nada mal y tocándole el pecho que estaba muy duro… Le desabroché la camisa y le bese el pecho, las tetillas, después subí y le di un beso en la boca, primero con miedo de que no le gustara, porque él me había pedido que se la chupara y yo me había puesto cariñoso, pero no se molestó.

Entonces abrí grande la boca y le metí la lengua en su boca, el reaccionó con excitación y no besamos un largo rato. Le abrí el cierre del pantalón y pude tocar su verga bastante gruesa. Primero le pasé la lengua por los huevos, subiendo de a poco hasta llegar al glande y luego me la introduje entera en la boca…

Subía y bajaba, al mismo tiempo que se la chupaba lo masturbaba. Él se acomodó en es asiento echándose un poco hacia atrás, entonces salió todo ese enorme pijón de su entrepierna. Mientras lo saboreaba, mi boca se llenaba de la baba salobre que salía abundante con la estimulación de mi boca en su miembro. Él dejaba escapar pequeños suspiros de placer, mientras yo hacia el esfuerzo de que mis labios tocaran el cierre de su pantalón, para poder tragarme todo ese enorme pedazo ardiente de verga… Con su mano me cargaba la cabeza y sentía el glande de su pija que lastimaba mi garganta, pero me gustaba. Y el sabor salado que inundaba mi boca, y el olor de su entrepierna de macho saturaba mi nariz… Se la chupé un rato largo, disfrutando y por supuesto haciendo que él disfrutara, hasta que soltó toda su leche espesa y caliente dentro de mi boca… la degusté y la tragué con placer, la chupada que le había dado al Policía hizo que se descargara con furia dentro de mí… la gocé con deleite, pero su acabada fue tan abundante que quedaron unos goterones que se desparramaron por mis mejillas y barbilla, la que él en forma espontanea, lamió y después de recoger en su boca su propia eyaculación, la vació en la mía con un beso apasionado…  y se la hice probar por medio de un beso apasionado.

Luego de eso, nos despedimos y volví a casa, en secreto, pero papá ya se había percatado que el vehículo no estaba… Y él me confesó más tarde que llamó a la policía para que me dieran una buena lección… Y qué lección recibí esa noche!!!… En cuanto al agente, fui yo quien por mucho tiempo le ayudó a pasar las latas noches, y que lo dejaba descargado y relajado para cumplir con su turno nocturno…