5/5/18

EJECUTIVO TRABAJANDO... (RELATO)


Placer y Negocios



 Esto me sucedió hace ya algún tiempo y como quisiera que se repitiera, yo soy Asesor de Seguros y normalmente atiendo a mis clientes en sus oficinas, en algún café o en sus domicilios donde el cliente se sienta más cómodo, el hecho es que yo no conozco a mis clientes hasta que los voy a ver.
Lo que a continuación me sucedió fue en la oficina de un ejecutivo, el me citó en la tarde, cuando llegué me anuncié con su secretaria, al rato salió el Sr. José; me vio, me saludo y me dijo:
-Espérame un momento tengo que terminar unos pendientes.
-ok aquí espero (en una salita de recepción)


Yo veía que el tiempo pasaba y no me atendía, se fue retirando el personal de la empresa hasta que se fue la secretaria. Él salió a decirme que pasara a su oficina. Me indicó tomar asiento y pasando yo cerró la puerta pero con seguro, pensé así debe ser él...
Llegó el momento de las presentaciones mías y de la compañía que yo represento, que es lo que yo hago etc. Y bueno el empezó a preguntar y yo a contestar con documentos y evidencias, llegó el momento que en su poder ya tenía varias hojas, varias propuestas y dijo: -Bueno vamos a ver- las extendió como barajas y me dijo -vamos por partes, ¿Qué beneficio tengo con esta?
-Yo al tener las hojas de cabeza y con letra pequeña, me paré y pedí permiso para poder estar a un lado de él y poder leerle y comentarle lo que me preguntó.
Empezamos por la más lejana a él y la más cercana a mi (ya que los dos estábamos en el mismo lado del escritorio), ya le expliqué lo que quería saber sobre esa propuesta, luego pasamos a la segunda hoja y ya cuando íbamos en la tercera hoja, yo tenía que estar más cerca de él para poder leer y explicarle de que se trataba.


En ese momento sucedió algo que no esperaba, él con un movimiento de su silla y de su hombro tocó mi paquete, yo de inmediato me hice hacia atrás sin exagerar el movimiento y evitando que este “accidente” se repitiera, y él como si nada... Continué con las explicaciones, pasamos a la siguiente hoja.
En este momento tenía que arquear mi cuerpo para leer y evitar tocarle nuevamente, y volvió a suceder el mismo “accidente”: él mueve su sillón y su brazo y me toca nuevamente mi paquete, pero un poco más fuerte y esto por la cercanía que tenía con su cuerpo, nuevamente retrocedí pero esta vez no tan rápido y hasta como que me quedé pensando: ¿es o me lo imagino? Mejor continúo. Así lo hice, continué con la plática y él como si nada, eso a mí me daba a entender que fue sólo un accidente.

Siguiente hoja… más lejos de mí ya casi imposible estar derecho, tenía que estar muy arqueado, más pegado a él y no podía pasarme del otro lado de su sillón porque tenía una planta, fue cuando él me hace la siguiente pregunta:
-¿A qué se refiere esto?... Me inclino para leer y responderle, y él hace como un movimiento para que me pudiera acercar haciéndose para atrás, yo me acerco y él mueve su brazo, en ese momento apoyo mi paquete directo en su brazo…
 Me quedé paralizado unos instantes, y en mi cabeza inmediatamente pienso: ¿Me quito? …¿No me quito?... ¿Qué hago?… Esperé la reacción de él, de intentar quitar el brazo, pero no sucedió nada. Él inmóvil y viendo la hoja esperando la explicación, yo tampoco me moví mucho…menos hacia adelante, empecé a leer lo que me pidió pero deliberadamente lento, intentando que este contacto durara el tiempo suficiente para saber si fue casual, “sin intención”. Seguí leyendo no sólo la parte donde él quería saber, sino que continué leyendo más…afortunadamente había más que leer. Pasaron algunos segundo de inmovilidad mientras yo seguía leyendo lentamente esperando alguna reacción de él y sucedió… sentí cómo movió su brazo haciendo más presión en mi paquete y me dije: mmm… ya sé por dónde va!.

Seguí leyendo, pero ahora con el pretexto de acércame bien a la hoja, ahora fui yo quien recargó un poco más mi paquete, que en ese momento empezaba a despertar a la presión de su brazo. Era una tensa calma, yo leyendo como si nada, él de igual manera, mi paquete creciendo en contacto con su brazo… Ya estaba acabando de leer cuando siento que mueve su brazo tratándolo de sacar, en ese momento pensé: ¡¡En la madre…la estoy cagando!! Él no quiere esto... Pero cuál sería mi sorpresa que él no sacó completamente el brazo, sino que dejó la mano en mi paquete, de tal forma que la palma de la mano hacía pleno contacto con mi pene, él en ese momento me indico:
-Continúa por favor…- Obedientemente, seguí leyendo, pero lentamente, en ese momento ya no sabía que leía, simplemente mi cabeza estaba en lo que estaba sintiendo, el calor de su mano. Ya mi verga estaba parada y fue entonces cuando sentí cómo su mano empezó a tocar muy suave mi verga tratando de adivinar hacia a dónde la tenía. Él me indicó –continúa leyendo por favor- y yo pues continué haciéndome el wey, ya que había acabado de leer pero no me quité, seguí leyendo y el siguió con movimientos más obvios: me toqueteó más definidamente hasta que me dio un apretón de verga que fue lo que yo esperaba para parar de leer y voltear a verlo.


Él sonrió, esperó mi reacción; me enderecé, le sonreí, abrí mi saco e hice hacia adelante mi paquete que en ese momento ya formaba una carpa por lo parada que estaba. Ya sin ningún preámbulo agarró mi verga sobre el pantalón y le dio varios apretones, empezó a bajar el cierre, desabrochó mi cinturón y empezó a bajar mi pantalón hasta que mi verga salió disparada y él la tomó en su mano, la vio, la chaqueteo un par de veces, y levantó la cara para ver mi reacción. Yo sólo cerré los ojos para disfrutar de sus caricias, el tomó mi verga abrió su boca y uff!!... Tremenda mamada que me empezó a dar (sólo de recordar ya se me paró) era un experto en la mamada: sacaba mi verga, pasaba su lengua por el frenillo, se la metía toda o bueno, lo que le cabía en su boca, la sacaba y la metía, cambiaba de ritmo… 
En verdad me estaba poniendo loco con sus mamadas, sabía controlar la situación. Duramos varios minutos en mega rica mamada hasta que no pude más y le dije ya no sigas que me voy a venir… Él me vio a los ojos sin sacarse la verga de la boca y empezó un movimiento más rápido y más rico. Yo le decía para que me vengo, pero él no oía, él sólo seguía en lo suyo cada vez más fuerte, hasta que llegó lo inevitable y me vine riquísimo en su boca… Yo sentía como salía mi semen de la verga y paraba en su boca, él disminuyó el ritmo, disminuyó la intensidad de las succiones conforme me fue saliendo todo el semen en su boca, se lo fue tragado, pero vi que lo saboreaba. En verdad estaba pasándola de lujo. Después de que dejó de salir mi semen, él siguió sólo mamando pero de forma muy, muy lenta, de forma rica, esa sensación de después de venirte, sentir mi verga en la boca tibia aún moviéndola, es como seguir sintiendo orgasmos… fue increíble, duramos algunos minutos más hasta que mi verga se hizo pequeña en su boca y él la dejó extremadamente limpia.


La sacó de su boca  y la ordeñó para confirmar que ya no salía nada, la mamó nuevamente, me volteó a ver y me dijo con una sonrisa en la boca que jamás olvidare: ¿Dónde te firmo?...
Es una de mis ventas que más satisfacción me a dado ya que no sólo cerré una gran póliza, sino que tuve un orgasmo increíblemente rico, y por supuesto después de eso mis visitas se hicieron continuas, porque él tenía muchas dudas y yo encantado de responderle.
Espero que les haya gustado este relato y mis deseos es que se pueda repetir, así que si alguien le interesa una “asesoría” con gusto hacemos una cita para vernos…




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