21/7/14

LA BODEGA DE LA FINCA DEL ABUELO (RELATO)

Mi tío y la finca de mi abuelo...



Hola me llamo José tengo 23 años, trigueño, 1.88, con unas nalgas que todos y todas admiran, me lo dicen a cada rato de forma descarada, con bastante vello en el cuerpo pero siempre me rasuro...
Esto pasó cuando tenía 15 años… En vacaciones solía acompañar a mi abuelo a la finca para ayudarlo con los animales y todo eso... mi tío paterno llegaba todos los días, puntual a la casa de mi abuelo a las 7:00 de la mañana para llevarnos a la finca. Algunas veces él se quedaba con nosotros y otras se iba y volvía en la tarde a buscarnos...
Él al igual que yo se llama José, tiene 40 años (aunque no los aparenta), mide 1.70, de piel oscura, con una barriguita típica de todo hombre oriental venezolano, pelo corto y con canas.
Yo ya me sentía atraído por los hombres y cuando me iba a la finca de  mi abuelo, me llevaba unos short bien cortos para estar allá y así seducir a mi tío. Luego de la hora de almuerzo siempre tomaba una siesta y me acostaba boca abajo y me subía un poco los short para enseñarle las nalgas a mi tío, pues mi abuelo se acostaba a descansar y él siempre pasaba y yo notaba que se quedaba mirándome, pero no me atrevía a decirle o hacer nada más.
Un día hubo una fiesta en la finca y fue gran parte de mi familia. Al caer la noche ya todos estaban pasados de tragos y a mi tío le tocó hacer varios transportes, yo me ofrecí a acompañarlo pues él también estaba algo tomado. Era un carro de esos viejos de los que tienen un solo asiento delantero que caben tres personas, y en el de atrás igual. Bien,  pues yo me senté en el asiento de adelante, con la intención de que alguien más se montara adelante y así quedar bien pegado a mi tío. Hicimos como cuatro viajes y en ninguno paso nada, sólo hablamos bobadas durante el viaje, pero en el último viaje en que ya iba a llevarme a casa junto con mis abuelos, todo iba normal hasta que sentí que él me agarra la mano y entrelaza los dedos… yo le correspondí y apreté su mano, en eso él dirige su mano hasta su entre pierna y para mi sorpresa tenía el cierre abajo y estaba con el pene erecto y fuera del pantalón. Abracé su verga con mi mano y comencé un suave  movimiento de sube y baja con mi mano, no pude masturbarlo bien, pues tenía miedo a que nos vieran. Ya cuando estábamos cerca de la casa, él retiró mi mano y guardó su miembro. Apenas llegué a la casa fui derecho al baño y sentado en el inodoro me masturbe con una mano, mientras con la otra sobaba mi hambriento culo… luego en la ducha me masturbe dos veces más.
Al día siguiente me llevé una gran sorpresa cuando alguien me despierta, y me doy cuenta que es él diciéndome:
—"…Despiértate… no quiero ir solo, acompáñame…"— yo sin decir nada me desperté, me vestí y me monté en el carro en el asiento de atrás en el cual me acosté y seguí durmiendo hasta llegar a la finca de mi abuelo.
Todo el día transcurrió normal hasta que pasó la hora del almuerzo, cuando me acuesto boca abajo como siempre, él pasa por mi lado y me agarra las nalgas y me alcanzó a decir:
—“…Qué culo tan rico te gastas…”— cuando mi abuelo nos llama y nos dice que recojamos todo, que se siente mal y quiere irse a descansar a la casa… Recogimos y cerramos todo. Cuando ya habíamos llegado a la casa, mi tío dice:
—"…Coño!!!... dejé la cartera, voy a tener que volver a buscarla…"— a lo que mi abuelo me pidió que acompañase a mi tío para que no volviera solo, a lo que gustosamente acepté… Al llegar a la finca, él va directo al baño y me dice que lo espere en el carro… así lo hice hasta que escucho que me llama desde una pequeña bodega cercana al baño… Cuando entro a la bodega, me encuentro que había colocado un colchón y un cobertor y que él estaba totalmente desnudo. Mis ojos se clavaron en su negro, cabezón y grueso miembro el cual estaba medio erecto y debajo estaban sus dos bolas redondas colgando, no muy grandes, con unos cuantos pelos blancos. Él me preguntó:
—“…Te gusta lo que ves…”— a lo que no respondí nada, sino que entré,  cerré la puerta y me quité la ropa… él se quedó ahí echado viéndome mientras me desvestía y luego me acosté en la cama que él hizo para desvirgarme….
Luego se acostó sobre mí, muy sutilmente comenzó a besarme con esos labios carnosos característicos de mi familia (casi todos tenemos labios grandes), así estuvimos un buen rato acariciándonos y besándonos, luego él me dice que se la chupe, yo accedí, pues aunque no sabia cómo se hacía, había tiempo que quería saber qué se siente y apenas metí el glande de su pene en mi boca fue como si me transformara pues enloquecí y empecé a devorarle la verga… Con mi cabeza subía y bajaba mientras él sólo me sujetaba por el cabello y soltaba gemidos del placer que le estaba haciendo sentir. Estuve mucho rato comiéndole la verga, ya me dolía la mandíbula, pues como dije al principio mi tío lo tiene bien grueso, el me jala por los cabellos y me sube hasta su cara y me dijo:
—“…lo haces muy bien, ¿ya lo habías hecho antes?— a lo que le respondí con un beso y le dije no, eres el primero…
En eso volvimos a besarnos, pero ya se hacía tarde…
—“…Acuéstate boca arriba…”— me dijo y yo le obedecí. Luego puso mis piernas en sus hombros y se escupió el pene, luego agarró un vaso, metió los dedos y me los pasó por el culo…
—“…Esto es para que entre mas fácil y no te duela tanto…”— me dijo, luego me di cuenta que era aceite de cocinar. Y mientras me lubricaba mi culito metió uno de sus dedos y me dijo:
—“lo tienes bien cerradito y apretadito… qué rico…”— yo sólo sonreí.
—“…Cógeme…”— a lo que él sin decir nada acercó la gran cabezota de su pene a mi culo y sin compasión alguna la metió de un solo empujón,  a lo que yo sentí un inmenso dolor y le grite que la sacara y él así lo hizo…
Me dejó descansar por unos minutos y volvió a intentar, pero esta vez fue empujando poco a poco hasta que logró meterlo todo… igual me dolió, pero esta vez menos.
—“Aguanta un poco a que tu culo se estire y ahí dejara de dolerte…”— y empezó con el mete y saca muy despacio y suave, hasta que notó que mi cara cambió y comenzó a darme bien duro y rápido, parecía un conejo…
—“…Ooohhh… voy acabar adentro…”
—“…Siii… Hazme tuyo papi… cógeme duro y lléname de tu leche…”— le dije excitado y casi gritando, a lo que él reaccionó dándome más duro sus últimas estocadas hasta que sentí cómo se venía dentro de mí. Al acabar notó que yo tenía mi pene bien erecto y comenzó a masturbarme.  No tardé ni dos minutos cuando ya me había hecho acabar sobre mi pecho, abdomen y algunas gotas en mi cara. Luego se acostó sobre mí y me dio un beso apasionado y largo, el cual fue interrumpido por el sonido de su celular…

Era mi mamá preguntando si ya íbamos de regreso, a lo que él le respondió que si, por lo cual tuvimos que recoger todo y vestirnos rápido. Mientras íbamos en el camino a la casa, yo le dije que me dolía el culo y él me dijo que era normal, pues no estaba acostumbrado, pero que cuando él empezara a cogerme todos los días ya no me dolería más... y así como fue como empezó mi adicción por el pene de mi tío… y luego fue por su culo… pero ya esa es otra historia…

1 comentario:

  1. Quisiera que me pasara una historia como la tuya pero con un amigo

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