24/2/14

COMO UN GOLPE DE ELECTRICIDAD (RELATO)

ME CONECTÉ AL ELECTRICISTA


Vivo con mis padres y un hermano divorciado, así que no tengo oportunidad de “pegarme una cana al aire” en mi dormitorio… Hasta que un día tuvimos que llamar a Willy, el electricista que hace ciertos trabajos en casa y a quien conocemos desde hace ya 10 años. Willy es un trigueño alto, de cuerpo fornido, aunque de forma natural, no por haber asistido a un gimnasio.

Siempre me llamó la atención su trasero, su espalda ancha y sus gruesos muslos, pero jamás tuve nada con él por falta de oportunidades, además de que ni él sabía de mi orientación sexual, ni yo si es que él iba a aceptar una propuesta de ese tipo, hasta que fue a mi casa un sábado que todos habían salido de compras y yo debía recibirlo para que reparase una instalación eléctrica de uno de los baños.

Cuando llegó, me dijo como siempre muy respetuoso:
—Cómo está ingeniero, su mamá me dijo que venga a revisar la instalación del baño...
—Pase Willy— le dije y lo llevé hasta el baño respectivo. Le indiqué lo que funcionaba mal y me fui a encerrar en mi cuarto a ver unos videos gay nuevos los cuales estaban buenísimos y no pude evitar excitarme y masturbarme. De pronto escuché que tocaban a mi puerta muy despacio: y escuché la voz de Willy que decía:
—Ingeniero, disculpe pero debo decirle algo— apurado me subí el pantalón, me arreglé la camisa y fui a ver que quería.
—Disculpe ingeniero pero me hace falta una pieza y debo ir a comprarla—
—Bueno, ya le doy plata— le dije y fui hasta la mesa del velador a coger dinero mientras Willy muy curioso ingresó a mi cuarto tras de mí y buscaba intrigado de dónde salían los gemidos de un hombre al que se notaba que se lo estaban follando…los gemidos salían del video que yo había estado viendo segundos antes…se me había olvidado ponerlo en pausa o apagarlo antes de abrirle la puerta al electricista!!!
Cuando tuve el dinero en mi mano y me di la vuelta, vi que Willy estaba parado frente a mi televisor mirando la escena atónito, así que nervioso me acerqué, le puse el dinero en el bolsillo de su camisa y le pregunté, un poco tenso, un poco coqueto:
—Willy, ¿Usted sabe guardar secretos?— El hombre sorprendido me quedó mirando y titubeando dijo:
— ¿Qué secreto?...
—Nunca diga a nadie que yo estaba viendo esta película...
—Ah!, claro…no se preocupe ingeniero, yo soy discreto, quédese tranquilo!—
Entonces, excitado como yo estaba con aquel video, le pregunté:
— ¿…Y usted es discreto siempre…para todo?—
—Claro ingeniero, yo a nadie le cuento lo que hago— Al escuchar esto, me sentí más seguro y le agarré el paquete que formaba debajo de su pantalón su miembro viril y sentí que el hombre estaba muy bien despachado, así que acto seguido, le bajé el cierre y le saqué su pene grande y grueso, me arrodillé y comencé a mamarlo suavemente notando que el macho olía a jabón. Al segundo este pene se endureció completamente y llegó a alcanzar unos 23 centímetros de largo con un grosor impresionante y una cabezota deliciosamente bien desarrollada como es característica en los hombres mulatos.

Levanté mis ojos para ver como el macho disfrutaba de la mamada, pero en lugar de encontrarme con un hombre apasionadamente seducido por mi enorme habilidad para mamar, Willy estaba viendo el video, absorto y sorprendido porque un negro con pene enorme culiaba a un joven blanco muy guapo y luego lamía su rosado ano inflamado; entonces le pregunté:
—…Te gusta como te lo mamo Willy?— pero él, con cierto desdén me dijo:
—…Mmmhh, SIP…
Luego puso su enorme mano de obrero rudo sobre mi nuca y me hizo tragar toda su verga erecta mientras no separaba sus ojos de la pantalla, como diciéndome que me calle y que no deje de mamar.
Me tuvo mamando casi más de media hora, mientras él no quitaba los ojos del video y movía sus caderas atrás y adelante, atrás y adelante, culiándose a mi boca… Como ya me dolían las mandíbulas y mi ano pestañeaba por sentir esta gruesa barra de chocolate dilatándome las entrañas…le dije:
—Méteme tu verga en mi culo— el moreno con actitud muy masculina me quedó mirando unos segundos, luego chequeó la hora en su reloj como sugiriendo que no tenía tiempo y finalmente, como si me estuviera haciendo un gran favor me dijo:
—… A ver, ponte en la cama boca abajo
Ante esta frase corrí como exhalación, cerré con seguro la puerta por si alguien llegaba, me saqué toda la ropa excepto un suspensorio blanco muy sexy que cubría mi pene pero mostraba mi blanco culo y lo desnudo a él, lanzando sus prendas por los aires hasta que saqué su calzoncillo, era un bikini diminuto con estampado de camuflaje militar… Esa prenda la lancé a mi closet luego de sentir su perfume a macho limpio para guardarla como un recuerdo, un trofeo…
Estaba como loco porque lo único que quería era meterme en la cama con este garañón moreno que me iba a culiar y como buen pasivo que he sido toda mi vida, no iba a desaprovechar esta buena oportunidad de recibir semejante porción de verga!, ¡el macho tenía un cuerpazo!, casi sin vellos, sus piernas eran como las de un futbolista, sus glúteos parecían dos melones de exportación!, sus hombros y brazos eran fuertes y musculosos y tenía una cintura muy definida y como si esto fuera poco…su pene parecía un fierro duro que apuntaba al techo, con una cabezota enorme y un par de bolas preciosas que colgaban cubiertas de pocos vellos.
Ya en la cama, el varonil moreno me sorprendió ya que no tuvo ningún problema en que nos abrazáramos y besáramos apasionadamente, girando sobre el colchón y acariciando con furor nuestros cuerpos. Bajé hasta su pene y se lo volví a mamar un rato para luego agarrarlo de las caderas y voltearlo boca abajo porque quería ver bien su enorme culo, no porque quisiera yo penetrarlo ni nada de eso, porque como ya dije antes; yo soy pasivo, sino que me llamaba la atención el enorme trasero del electricista y en verdad me quedé loco, porque era “un culazo”... ¡Qué cantidad de carne firme! Curioso, separé sus gordos glúteos y vi su anito prieto al fondo…sin poder controlarme metí mi cara en este culo perfumado y le lamí el orto limpio y con un ligero sabor saladito…al tiempo que alcancé a escuchar unos gemidos apasionados que me hacían ver que a él le encantaba lo que le estaba haciendo…
—Oooohhh… ingeniero...qué ricoooooo…oooooohhh……riquísimo…..— me quedé atónito!, el tipo era un verdadero machazo por donde lo veas! Pero le encantaba que le laman el culo! Y mientras lo hacía, el hombre desnudo y boca abajo paraba su culo demostrando un placer infinito en lo que yo le hacía. Esto me excitó mucho y entonces le di una sesión intensa…se lo lamí, mamé y succioné por un buen rato fascinado al notar que el hombre estaba en mi poder, que él no podía poner resistencia a nada ya que se encontraba en el mayor éxtasis de su vida!. Luego noté con sorpresa que mi pene estaba bien erecto y que yo tenía unas ganas locas de penetrarlo al verlo tan expuesto, tan a mi merced… Así que sin pensarlo más, me puse un preservativo, le unté lubricante y se lo clavé!... El culo del mulato arrecho era apretadísimo!
—AAAaaahhh, ingeniero…OOOooohhh…— Yo sentía delicioso, no sé cuantas veces se habrán culiado al moreno pero su ano era estrechísimo y me masajeaba fuertemente mi duro pene, el cual en contraste con este oscuro anillo de carne... ¡lucía más blanco que nunca!
Culié a Willy hasta que eyaculé deliciosamente y enseguida él se dio la vuelta y se levantó, me agarró de las piernas y luego de ponerse su preservativo y abundante crema lubricante me penetró cogiéndome “patas al hombro”, yo sujetaba su enorme humanidad para que no me la mandara toda de golpe porque sentía que me iba a desgarrar el culo y él comprendió, así que me metió primero la cabezota de la verga, metió y sacó muchas veces…luego la mitad del tronco grueso; volvió a meter y sacar una nueva tanda y mucho después lo mandó hasta la base pero cuando lo hizo el moreno prácticamente me empotró su pieza en mi culo y me hizo virar los ojos hasta dejarlos en blanco mientras yo decía:
—… Despacio Willy…despacio… me vas a partir el culo…ooohhh que buena verga que tienes…

Willy estaba sumamente excitado, parecería que mi follada lo estimuló, porque luego de culiarme en esa posición, me puso al filo de cama, en cuatro y boca abajo siempre con un fuerte mete y saca constante que terminó por dejarme el ano afuera por la fricción de este pene cuyo grosor parecía una lata de refresco… Lo seductor de todo esto es que mi moreno culiaba y culiaba, en todas las posiciones conocidas pero en total silencio, sin decir ni una sola palabra.

Finalmente acabó llenando el depósito del preservativo de gran cantidad de espesa leche y luego fuimos a ducharnos, nos vestimos y el continuó con su trabajo muy serio y sin decir ni una sola palabra.
Con frecuencia va Willy a mi casa a hacer otros arreglos y en cuanto puede se desliza a mi dormitorio, me toca la puerta y me pide que le pegue una mamada rápida. Yo le doy gusto pero siempre es algo breve porque no ha habido otra oportunidad de estar solos.



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