Placer y Negocios
Lo que a continuación me sucedió fue en la oficina de un
ejecutivo, el me citó en la tarde, cuando llegué me anuncié con su secretaria,
al rato salió el Sr. José; me vio, me saludo y me dijo:
-Espérame un momento tengo que terminar unos pendientes.
-ok aquí espero (en una salita de recepción)
Yo veía que el tiempo pasaba y no me atendía, se fue
retirando el personal de la empresa hasta que se fue la secretaria. Él salió a
decirme que pasara a su oficina. Me indicó tomar asiento y pasando yo cerró la
puerta pero con seguro, pensé así debe ser él...
Llegó el momento de las presentaciones mías y de la compañía
que yo represento, que es lo que yo hago etc. Y bueno el empezó a preguntar y
yo a contestar con documentos y evidencias, llegó el momento que en su poder ya
tenía varias hojas, varias propuestas y dijo: -Bueno vamos a ver- las extendió
como barajas y me dijo -vamos por partes, ¿Qué beneficio tengo con esta?
-Yo al tener las hojas de cabeza y con letra pequeña, me
paré y pedí permiso para poder estar a un lado de él y poder leerle y
comentarle lo que me preguntó.
Empezamos por la más lejana a él y la más cercana a mi (ya
que los dos estábamos en el mismo lado del escritorio), ya le expliqué lo que quería
saber sobre esa propuesta, luego pasamos a la segunda hoja y ya cuando íbamos
en la tercera hoja, yo tenía que estar más cerca de él para poder leer y
explicarle de que se trataba.
En ese momento sucedió algo que no esperaba, él con un
movimiento de su silla y de su hombro tocó mi paquete, yo de inmediato me hice
hacia atrás sin exagerar el movimiento y evitando que este “accidente” se
repitiera, y él como si nada... Continué con las explicaciones, pasamos a la
siguiente hoja.
En este momento tenía que arquear mi cuerpo para leer y
evitar tocarle nuevamente, y volvió a suceder el mismo “accidente”: él mueve su
sillón y su brazo y me toca nuevamente mi paquete, pero un poco más fuerte y
esto por la cercanía que tenía con su cuerpo, nuevamente retrocedí pero esta
vez no tan rápido y hasta como que me quedé pensando: ¿es o me lo imagino?
Mejor continúo. Así lo hice, continué con la plática y él como si nada, eso a
mí me daba a entender que fue sólo un accidente.
Siguiente hoja… más lejos de mí ya casi imposible estar
derecho, tenía que estar muy arqueado, más pegado a él y no podía pasarme del
otro lado de su sillón porque tenía una planta, fue cuando él me hace la
siguiente pregunta:
-¿A qué se refiere esto?... Me inclino para leer y
responderle, y él hace como un movimiento para que me pudiera acercar
haciéndose para atrás, yo me acerco y él mueve su brazo, en ese momento apoyo
mi paquete directo en su brazo…
Me quedé paralizado
unos instantes, y en mi cabeza inmediatamente pienso: ¿Me quito? …¿No me quito?...
¿Qué hago?… Esperé la reacción de él, de intentar quitar el brazo, pero no
sucedió nada. Él inmóvil y viendo la hoja esperando la explicación, yo tampoco
me moví mucho…menos hacia adelante, empecé a leer lo que me pidió pero
deliberadamente lento, intentando que este contacto durara el tiempo suficiente
para saber si fue casual, “sin intención”. Seguí leyendo no sólo la parte donde
él quería saber, sino que continué leyendo más…afortunadamente había más que
leer. Pasaron algunos segundo de inmovilidad mientras yo seguía leyendo
lentamente esperando alguna reacción de él y sucedió… sentí cómo movió su brazo
haciendo más presión en mi paquete y me dije: mmm… ya sé por dónde va!.
Seguí leyendo, pero ahora con el pretexto de acércame bien a
la hoja, ahora fui yo quien recargó un poco más mi paquete, que en ese momento
empezaba a despertar a la presión de su brazo. Era una tensa calma, yo leyendo
como si nada, él de igual manera, mi paquete creciendo en contacto con su brazo…
Ya estaba acabando de leer cuando siento que mueve su brazo tratándolo de
sacar, en ese momento pensé: ¡¡En la madre…la estoy cagando!! Él no quiere
esto... Pero cuál sería mi sorpresa que él no sacó completamente el brazo, sino
que dejó la mano en mi paquete, de tal forma que la palma de la mano hacía
pleno contacto con mi pene, él en ese momento me indico:
-Continúa por favor…- Obedientemente, seguí leyendo, pero
lentamente, en ese momento ya no sabía que leía, simplemente mi cabeza estaba
en lo que estaba sintiendo, el calor de su mano. Ya mi verga estaba parada y
fue entonces cuando sentí cómo su mano empezó a tocar muy suave mi verga
tratando de adivinar hacia a dónde la tenía. Él me indicó –continúa leyendo por
favor- y yo pues continué haciéndome el wey, ya que había acabado de leer pero
no me quité, seguí leyendo y el siguió con movimientos más obvios: me toqueteó
más definidamente hasta que me dio un apretón de verga que fue lo que yo
esperaba para parar de leer y voltear a verlo.
Él sonrió, esperó mi reacción; me enderecé, le sonreí, abrí
mi saco e hice hacia adelante mi paquete que en ese momento ya formaba una
carpa por lo parada que estaba. Ya sin ningún preámbulo agarró mi verga sobre
el pantalón y le dio varios apretones, empezó a bajar el cierre, desabrochó mi
cinturón y empezó a bajar mi pantalón hasta que mi verga salió disparada y él
la tomó en su mano, la vio, la chaqueteo un par de veces, y levantó la cara
para ver mi reacción. Yo sólo cerré los ojos para disfrutar de sus caricias, el
tomó mi verga abrió su boca y uff!!... Tremenda mamada que me empezó a dar
(sólo de recordar ya se me paró) era un experto en la mamada: sacaba mi verga,
pasaba su lengua por el frenillo, se la metía toda o bueno, lo que le cabía en
su boca, la sacaba y la metía, cambiaba de ritmo…
En verdad me estaba poniendo
loco con sus mamadas, sabía controlar la situación. Duramos varios minutos en
mega rica mamada hasta que no pude más y le dije ya no sigas que me voy a venir…
Él me vio a los ojos sin sacarse la verga de la boca y empezó un movimiento más
rápido y más rico. Yo le decía para que me vengo, pero él no oía, él sólo seguía
en lo suyo cada vez más fuerte, hasta que llegó lo inevitable y me vine
riquísimo en su boca… Yo sentía como salía mi semen de la verga y paraba en su
boca, él disminuyó el ritmo, disminuyó la intensidad de las succiones conforme
me fue saliendo todo el semen en su boca, se lo fue tragado, pero vi que lo
saboreaba. En verdad estaba pasándola de lujo. Después de que dejó de salir mi
semen, él siguió sólo mamando pero de forma muy, muy lenta, de forma rica, esa
sensación de después de venirte, sentir mi verga en la boca tibia aún
moviéndola, es como seguir sintiendo orgasmos… fue increíble, duramos algunos
minutos más hasta que mi verga se hizo pequeña en su boca y él la dejó
extremadamente limpia.
La sacó de su boca y
la ordeñó para confirmar que ya no salía nada, la mamó nuevamente, me volteó a
ver y me dijo con una sonrisa en la boca que jamás olvidare: ¿Dónde te firmo?...
Es una de mis ventas que más satisfacción me a dado ya que
no sólo cerré una gran póliza, sino que tuve un orgasmo increíblemente rico, y
por supuesto después de eso mis visitas se hicieron continuas, porque él tenía
muchas dudas y yo encantado de responderle.
Espero que les haya gustado este relato y mis deseos es que
se pueda repetir, así que si alguien le interesa una “asesoría” con gusto
hacemos una cita para vernos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Este será publicado de inmediato.
Sigue comentando y disfrutando de las Entradas de SECRETOS & FANTASIAS.